sábado, 24 de marzo de 2007

Nildín Comas Matos Mujer que sabe dejar huellas en cada ser humano que le habla

En el verano pasado, durante tres días de aprendizaje intenso maestros de varios distritos escolares de Puerto Rico estuvimos participando de los talleres ofrecidos por la compañía “Computer Learning Center” de la propuesta “Coaching for Change”. Compartimos con directores, bibliotecarios y otros maestros diferentes actividades tecnológicas para poder desarrollar un cambio en el proceso enseñanza y aprendizaje en nuestros estudiantes en este año escolar 2006-2007.

Cada uno de estos talleres que tomamos sirvió para que viéramos la tecnología como una estrategia de modificar y desarrollar destrezas en nuestros estudiantes. Entre los talleres que pudimos tomar fueron sobre el uso de el uso de varios programados en la educación, entre ellos están: Captivate, Excel, Movie Maker, Photoshop, Word, Think.com y Power Point.

Fueron actividades de gran provecho pues estuvimos expuestos a lo más actualizado de la tecnología. Tuvimos una serie de actividades que si pudiéramos poco a poco ir creando material educativo adaptado al mundo tecnológico, que le agrade al estudiante podría realmente hacer una gran diferencia en la calidad de enseñanza. Espero que los que tuvieron la oportunidad de participar en todos estos talleres aprovechen la oportunidad que nos dieron. Por lo menos yo estoy segura que la utilizare a su máxima capacidad. Para así poder hacer más atractivo el proceso de enseñanza - aprendizaje.

Otras de las actividades en las cuales participamos fueron excelentes conferencias de motivación, entre ellas hubo dos con conferenciantes dinámicos y cautivadores: Boricuazos nuestros - Con el Boricuazo y Dar el Salto - Con Nildn Comas. La conferencia ofrecida por Nildín Comas fue excelente y muy motivadora. Nos presento su libro Dar el Salto, pudimos entender que para lograr las cosas debemos tener el ánimo necesario para lograrlo, nos presento los procesos por los cuales ella también tuvo que pasar en su vida para superarse e ir hacia delante, cada vez que enfrentaba sus problemas.

De manera general trataré de explicar lo que nos presento sobre su libro Dar el salto. De los primero que nos habla es de despertar el ánimo para generar los cambios positivos que necesita nuestra vida. Debemos ver lo mucho que tenemos y olvidarnos de lo poco que no tenemos. Dar el Salto es ponernos en acción para lograr las metas, objetivos que nos hemos trazado sin importar lo duro o difícil que pueda estar. Muchas veces no somos lo que queremos ser porque hemos pospuesto el salto que es necesario dar (Comas, pág. 66).

Nos motivo a despertar el ánimo, a crear un estado de conciencia en el cual la persona esta alerta. Estar a nivel conciente aquí y ahora. Desear ser un maestro despierto y con ánimo. El desempeño adecuado de las tareas depende en gran manera de estar despierto y con ánimo.

Nos hablo que debemos movernos, no quedarnos estáticos. Que revisemos nuestras tareas y nos autoevaluemos. A que evaluemos nuestros ideales, metas, objetivos personales y profesionales a nivel individual y grupal. A movernos para buscar nuestros ideales, a hacer lo que uno tiene que hacer. Nos menciono esta frase que me resulto de mucho valor como maestra “Las almas apasionadas por un ideal dejan huellas, las demás escriben en el agua”. “No hay ideal no hay energía”. Estas dos frases las debemos realmente evaluar, especialmente la de dejar huellas que permanezcan y no se borren cuando el agua corra y que le echemos ganas a la vida.

Reconocer cuando estamos estancados, para así encaminarnos a buscar los cambios positivos necesarios para reorientar nuestras vidas y nuestro desempeño profesional. ¿Qué pasos tengo que dar para que se produzcan los cambios, que deseamos en nuestra vida? Debemos comenzar haciendo un inventario de los que he dado y los que debo dar. Para dar el salto debemos atrevernos a tomar decisiones necesarias para el cambio, para lograr dar ese salto. Esto es muy cierto, para tener eficiencia hay que tener ganas de hacer las cosas bien. Y como nos decía Nildín Comas en su conferencia Dar el Salto sólo cuando entendamos que nosotros somos los forjadores de nuestro destino y que el que no lucha por ello no logra nada solo entonces seremos mejores, mejores y mejores.

Deseo haberles presentado las ideas más importantes de la conferencia que nos dio Nildín Comas y que al igual que a mi los pensamientos que nos dejo los deje a ustedes también llenos del deseo de transformarse y Dar el Salto y ser “mejor, mejor, mejor” como decía ella en su conferencia.

Revisemos nuestras actitudes saludables y enfermas y aceptemos la invitación que nos da la vida para generar actitudes saludables. Dar el Salto es Despertar, Moverse, Revisar las Actitudes y Atreverse a dar el Salto. Sigamos adelante, como maestros demos el salto para ser mejores, mejores, mejores. ¡Sea Feliz!

martes, 20 de marzo de 2007

¿Cómo la incorporación de los valores en el currículo escolar puede ayudar al educador a moldear al individuo?


Al dialogar de los valores podemos mencionar que se reconocen como valores universales a: la libertad, la justicia, el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, el amor, la bondad, la honradez, la confianza, la solidaridad, la verdad, la valentía, la paz, la amistad, la fraternidad y el honor. Todos ellos inculcados o no a través de nuestra vida, ya sea por nuestros familiares o personas que de una u otra manera han impactado nuestra vida y han dejado huellas.

Durante el ciclo de vida nuestros padres toman decisiones por nosotros y en un momento dado empezamos a tomarlas en base a nuestros propios valores. Las decisiones pueden tomarse pensando en las consecuencias y valores propios o de manera instintivas y así afectar nuestra existencia. Cruzar un semáforo distraídamente, caminar por una calle diferente de la de siempre o ver una película puede promover un cambio radical en nuestra vida.

Tendemos a pensar que sólo podemos cambiar después de un tiempo, sin darnos cuenta de que los cambios importantes suceden en un segundo. En un segundo llega el accidente que cambiará totalmente el curso de nuestra vida o en otro instante conocemos a la persona que nos permitirá experimentar el amor o el sufrimiento. Todo esto sucede en un segundo, un instante determinante que afectará, mejorará o cambiará para siempre nuestras vidas.

Podemos ver que todo lo que hacemos tiene que ver con nuestros valores hasta cuando comemos o no comemos algo por proteger nuestra salud por el respeto que le tengamos a nuestro cuerpo. Lo libre que nos sentimos cuando hacemos lo que deseamos, pero sin hacerle daño a nadie. Cuando se le da una evaluación justa a cada estudiante, lo que se merece, según su trabajo. Cuando respetamos a las personas y reconocemos sus méritos o valor. Cuando demostramos nuestra tolerancia en una conversación de varios con diferentes opiniones a la de uno y lo tomamos con mente abierta. Cuando cumplimos con nuestras responsabilidades por nuestra propia iniciativa sin que nadie nos obligue. Cuando les mostramos amor, bondad, honradez y confianza a esos estudiantes que pasan a diario por nuestros salones y al ser así le demostramos el respeto que les tenemos. En esos momentos difíciles que día a día pasan nuestros estudiantes esa solidaridad, paz, amistad y fraternidad para con ellos, que les hace sentir que no están solos y que si hay alguien junto a ellos.

Que gran honor sentimos cuando somos verdaderos maestros de vocación y sabemos poner al estudiante en el sitial que le corresponde. Cuanta valentía debemos demostrar para enfrentar con valor todos los actos de nuestra vida y así tomando en cuenta nuestros propios valores tomar las decisiones adecuadas e impulsarnos al éxito.

En ocasiones es más fácil obviar nuestros valores, pero las consecuencias serán mayores. Dígame usted lector si alguna vez su decisión fue tomada en base a los valores de otro y nos dejamos llevar y pagamos estas consecuencias en el camino de la vida. Cada decisión que tomes te moldeará a ser un mejor individuo, cuando estas sean tomadas en base a tus valores y al bienestar de los demás, pues no por que yo salga bien los demás lo tienen que pagar.

Diariamente como educadora deberé ayudar a clarificar en mis estudiantes valores, que les ayuden a moldearse como mejores seres humanos que se sientan bien consigo mismo, con sus decisiones y su caminar por la vida sea de lucha pero de logros.

Necesitamos autoevaluarnos y encontrarnos con nuestros valores, y luego de hacer esto como educador ayudar a nuestros estudiantes a encontrarse con ellos y ellos mismos comiencen a establecer sus propios valores para que así, las decisiones que tomen en la vida los lleven al logro de sus metas y a sentirse bien consigo mismo con las decisiones tomadas.

No podemos dar por real el que vengan de sus hogares con valores establecidos, en ocasiones no conocemos sus bases familiares, estas pueden ser disfuncionales. Se que esto querido lector puede ser muy idealista pero vale la pena tratar aunque ellos no quieran, aunque tengan otros intereses y no nos dejen llegar a ellos o ayudarlos. Seamos maestros modelos de ellos, no sólo en la formación académica sino además en su formación como individuo ayudémoslos a formarse como seres capaces de enfrentar la vida con valentía y dignidad. Dejemos esa huella en ellos de libertad, justicia, respeto, tolerancia, responsabilidad, amor, bondad, honradez, confianza, solidaridad, verdad, valentía, paz, amistad, fraternidad y honor. Así ellos algún día se la dejarán a otros.

miércoles, 14 de marzo de 2007

La Humildad vs la Soberbia en la Relacion Estudiante Maestro


Todos los días comenzamos nuestra labor como maestro recibiendo nuestros estudiantes en el salón de clase, les repasamos los conceptos del día anterior y continuamos con los objetivos del día. Los estudiantes toman notas del material para estudiar de estas. Luego saldrán del salón y pasarán a otro maestro que les espera. Al finalizar el día, algunos repasarán sus notas y otros no les darán importancia.

Ese espacio de tiempo que pasan junto a nosotros, es importante que tengamos claro que la relación que cultivemos junto a ellos, lo mismo los ayudará a formarse como mejores individuos o a destruirles o frenarle su formación.

Como maestros necesitamos definir lo que creemos sobre la naturaleza y propósito de la educación. Eso no nos garantizará que la enseñanza refleje nuestros objetivos, pero los hará mucho más probables. El tener una concepción explícita nos ayudará a reflexionar sobre lo que está sucediendo en nuestro salón de clases. Entonces podré planificar e implementar cambios apropiados a mi visión y propósito de la educación.

Ahora, esta reflexión sólo se logrará cuando haya humildad. El hombre humilde, cuando localiza algo malo en su vida puede corregirlo, aunque le duela. Buscará conocerse y aceptarse, pues al conocer un defecto, error o limitación, se sabe contra qué luchar y se hace posible la victoria. Pero si no se acepta la realidad, ocurre como en el caso del enfermo que no quiere reconocer su enfermedad: no podrá curarse. Pero si se sabe, que hay cura, se puede cooperar con los médicos para mejorar. Hay defectos que podemos superar y hay límites naturales que debemos saber aceptar. El soberbio al no aceptar, o no ver, ese defecto no podrá corregirlo y se queda con él.
La humildad es la que nos da la verdad y la sabiduría que necesitamos para poder autoevaluar nuestro trabajo diario y saber encontrar nuestras limitaciones y ver lo que nos falta aprender y no cerrar las puertas cuando crea que lo sabemos todo de manera soberbia. Nos permitirá salir de las costumbres diarias que no nos permiten crecer y ayudar a crecer a nuestros estudiantes. Nos dará el respeto ante ellos y este nos abrirá las puertas a ellos.

Al ser humildes seremos capaces de querer a los demás por sí mismos, y no sólo por el provecho que pueda extraer del trato con ellos. Donde hay un soberbio, todo acaba maltratado: la familia, los amigos, el lugar donde trabaja. Al soberbio no le importa dejar en mal lugar a los demás por quedar él bien. El soberbio solo ve sus necesidades y no la de sus estudiantes cuando necesitan una palabra de aliento, valorar lo que hacen, animarles a ser mejores y servirles.
El egoísmo ciega y nos cierra el horizonte de los demás; la humildad abre constantemente camino a la caridad en detalles prácticos y concretos de servicio. Este espíritu alegre, de apertura a los demás y de disponibilidad es capaz de transformar cualquier ambiente. Somos soberbios cuando crees que tú puedes hacerlo todo, que no necesitas de Dios ni de los demás, cuando te crees mucho (que tú eres el más listo, el más perfecto y los demás son unos tontos), cuando eres presumido o te gusta llamar la atención, cuando quieres que todo se haga como tú quieres, cuando crees que todo te lo mereces, cuando sólo hablas de ti.

Ahora no hay que confundir la soberbia y el orgullo, que son una supervaloración de sí mismo con desprecio de los demás, con una razonable autoestima. La autoestima es valorarme en lo que soy y para lo que valgo. Sería ridículo creer que valgo para todo. Pero también es triste creer que no valgo para nada. Conocer mis posibilidades y limitaciones y valorarme en lo que soy. El sentirme competente en algo y ser estimado por algo me da paz, alegría y confianza en mí mismo y esto no es ser soberbio es sentir satisfacción por los logros. Esto nos ayuda a ser feliz. Sobre todo si mi capacidad la pongo al servicio de los demás con humildad mas alegría me dará.

Entre las virtudes que debemos cultivar esta la sencillez, laboriosidad, paciencia y la humildad para atacar la soberbia. Tomar la educación con humildad y con compromiso verdadero, libre de politiquería sin sentido nos ayudará a servir con humildad a nuestros estudiantes.
Tengo tres perros peligrosos: la ingratitud, la soberbia y la envidia. Cuando muerden dejan una herida profunda". Martín Lutero, (1483-1546)

jueves, 1 de marzo de 2007

NO PERDAMOS LA FE


Cada día en mi labor como maestra enfrento diferentes situaciones, pero hay una que se repite casi a diario. Estudiantes que han perdido la fe en ellos mismos. Ya sea porque alguien les bajó su autoestima o porque ellos mismo la perdieron.

En algunas situaciones uno les habla, les expresa la preocupación que uno tiene por ellos, los orienta y poco a poco los ayuda a levantarse y buscar su camino.
En otras ocasiones hacemos lo mismo y no logramos que se levanten y busquen su camino, pues han perdido ese enlace con el deseo de estar mejor y superarse.

Sólo se que yo no puedo perder la fe en ellos y que por el resto de los años que me queden en la educacion de la futura sociedad puertorriqueña debo mantenerme ayudándolos. Los ayudaré no sólo en lo académico sino también en su formación como mejores individuos que se sientan bien con ellos y a su vez con los demás, así ellos podrán ayudar a otros.

 
Lounge jazz.mp3